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Con cada vez más autos autónomos en las carreteras, ¿quién debería ser responsable cuando ocurre un accidente? ¿El fabricante o el conductor? Por favor, explique.

La industria automotriz ha estado trabajando durante muchos años en la producción de vehículos de conducción autónoma. Pero a pesar del nombre llamativo utilizado por los fabricantes de automóviles, los vehículos no son completamente autónomos y requerirán más ingeniería para llegar a ser realmente autodirigidos. Los autos autónomos pueden controlar su propia dirección y aceleración, pero no están diseñados para manejar toda la conducción mientras el operador descansa o duerme completamente. “No existe ni un solo automóvil totalmente autónomo disponible para su compra, en ningún lugar del mundo hoy en día, de ningún fabricante”, dice Sam Abuelsamid, analista principal de Guidehouse Insights.

Creo que el conductor es, en última instancia, responsable de operar su vehículo, a pesar de que se lo etiquete como un vehículo motorizado autodirigido. La única excepción sería si un accidente automovilístico involucra un defecto de producto causado por la negligencia del fabricante, que fue la causa directa del accidente. Por esa razón, el vehículo debe pasar múltiples listas de verificación de inspección en materia de seguridad de fabricación, así como una rigurosa rutina de pruebas antes de ser lanzado al público. Además, cualquier retiro o defecto descubierto después de la venta del vehículo debe anunciarse públicamente y reemplazarse con los costos cubiertos por el fabricante. El incumplimiento de cualquiera de los deberes anteriores podría generar la responsabilidad del fabricante en caso de un accidente.

Muchos estados han implementado ciertas regulaciones para los vehículos autónomos. Las compañías fabricantes de vehículos deben cumplir estrictamente con las regulaciones estatales de seguridad al diseñar y construir el vehículo motorizado para evitar ser responsables por daños atribuidos a la negligencia. El concepto de responsabilidad objetiva se aplica en el caso de un automóvil que contenga un defecto de diseño, fabricación o comercialización que haya sido la causa principal o el motivo del accidente automovilístico. La responsabilidad objetiva no requiere que la parte contraria pruebe que hubo negligencia.

Otro punto a considerar es que, aparentemente, el software utilizado en los autos autónomos es producido por compañías totalmente distintas a las que diseñan los vehículos. Un fallo en el diseño del software puede fácilmente ocasionar un accidente automovilístico. Otras veces, un error en la creación del software o una falla impredecible de un sistema al completar su función, no detectada durante las pruebas del software, podría ser la causa del accidente. En este caso, el diseñador o fabricante del equipo podría ser considerado responsable por los daños al no haber detectado el error con antelación durante las pruebas del software. Un ejemplo de ello sería que el sistema no reconociera un vehículo o peligro que se aproxima, causando que el conductor colisione con otro automóvil o barrera.

Además, un accidente con un automóvil autónomo podría ser completamente ajeno a la culpa del vehículo autónomo. Podría ser resultado de la conducta imprudente o negligente de un tercer conductor. Si este último conducía con exceso de velocidad, se pasó un semáforo en rojo o simplemente manejaba de forma temeraria, sería considerado culpable. Por último, el propietario de un automóvil autónomo es responsable cuando opera el vehículo de manera imprudente y negligente o ignora las advertencias dadas por el sistema operativo del vehículo.

Por lo tanto, la respuesta variará según el caso, el vehículo y el proceso de fabricación del mismo, su software y las circunstancias que lo rodeen, como las acciones del conductor y de terceros. Todos estos múltiples factores deben ser examinados y cuidadosamente considerados al decidir quién tiene la culpa en un accidente automovilístico: el conductor o el fabricante del vehículo.

REFERENCIAS:

  1. Davolo, Antonio. Un modelo de responsabilidad civil extracontractual en un mundo de autos sin conductor: Estableciendo un marco para la próxima tecnología. *Idaho Law Review*, Vol. 54, N.º 3, 2018, pp. 23-43.
  2. Wansley, Matthew. El fin de los accidentes. *U.C. Davis Law Review*, Vol. 55, 2021, pp. 1-60.